Cuidado durante la primera infancia (18-24 meses)
Buenas pautas para el cepillado
Este período es verdaderamente la etapa formativa del futuro de la salud bucal de su hijo. Los buenos hábitos dentales pueden ayudar a garantizar que su hijo establezca un compromiso de por vida con su salud bucal y comprenda realmente por qué los hábitos regulares de salud bucal son tan importantes. En niños de entre 18 y 24 meses, asegúrese de cepillar sus dientes a la hora de acostarse. Además, se recomienda que también le cepille los dientes después del desayuno para acostumbrarlo a la rutina de limpieza luego de las comidas y comenzar bien el día. Una buena norma general a esta edad es la teoría del "dos y dos": cepillar dos veces al día durante dos minutos cada vez.
Otros hábitos recomendados incluyen:
- Cepillar demasiado fuerte puede dañar las encías, así que cepille suavemente con un cepillo de cerdas suaves
- Incline las cerdas en un ángulo de 45 grados con respecto a los dientes, y deslice las puntas por debajo de las encías. Mueva las cerdas suavemente para eliminar la placa que crece debajo de la encía
- Asegúrese de cepillar todos los lados del diente: el lado exterior, el lado de la lengua y las superficies de masticación. Incline el cepillo, y realice movimientos hacia arriba y hacia abajo. El frente del cepillo debería pasar por encima de los dientes y la encía
- Recuerde que el cepillo de dientes solo limpiará uno o dos dientes a la vez. Cambie su posición con regularidad para limpiar mejor cada diente (una buena costumbre es contar hasta cinco por cada superficie individual de cada diente mientras lo limpia)
- Reemplace el cepillo cuando las cerdas comiencen a separarse. Un cepillo de dientes gastado no limpiará de forma adecuada los dientes de su hijo
Reforzar los buenos hábitos al comer refrigerios
Limite la ingesta de refrigerios de su hijo entre comidas, especialmente de los que contienen azúcar. El azúcar produce elevados niveles de ácido en la boca, lo que puede causar caries. Intente evitar las golosinas como la goma de mascar y los caramelos duros que permanecen en la boca durante un largo tiempo. Incluso aquellos artículos que parecen saludables —como las barras de granola masticables y las pasas de uva— deberían limitarse debido a su alto contenido de azúcar y a su tendencia a pegarse sobre y entre los dientes.
Recomendamos darle a su hijo refrigerios con bajo contenido de azúcar como vegetales, frutas, quesos y pretzels. Otros alimentos saludables que son buenos para su hijo incluyen panes, leche y productos lácteos, y carnes. Aunque sugerimos el enfoque de cepillado "dos y dos" mencionado anteriormente, es aun mejor cepillar los dientes de su hijo luego de cada comida.
Procure evitar las bebidas excesivamente azucaradas
El jugo de manzana y la leche son típicas bebidas para niños, pero cuando se las consume en exceso o en el momento equivocado, podrían colaborar con el deterioro dental. Diluir los jugos hasta conseguir una mezcla de ¼ de jugo y ¾ de agua puede reducir drásticamente el consumo de azúcar de su hijo. Si se trata de una bebida antes de ir a dormir, asegúrese de limitarse al agua dado que los azúcares de la leche pueden permanecer en la boca de su hijo durante la noche y alimentar las bacterias responsables de las caries. Aunque a muchos niños de esta edad les gusta llevarse una botella o taza con sorbete a la cama, asegúrese de darles agua y no una alternativa azucarada.
Primeros signos de deterioro dental
Debe llevar a su niño al dentista si nota cualquiera de estos signos de advertencia:
- Pequeños puntos blancos sobre los dientes
- Inflamación de la cara
- Diminutos orificios en el esmalte dental
- Dolor bucal
- Sensibilidad dental a alimentos calientes, fríos o dulces
- Dolor o sensibilidad al masticar
Fomentar una experiencia dental positiva para su hijo
Es importante ser positivo al preparar a su hijo para su visita dental cada seis meses. Recuérdele que el trabajo del dentista es hacer que su sonrisa sea brillante y saludable al limpiar y contar sus dientes. No hable con su hijo sobre dolor ni utilice palabras como "perforar" o "inyección". Procure evitar que sus hermanos o hermanas le cuenten historias de dentistas que podrían asustarlo.