La salud bucal suele excluirse del resto del sistema de atención médica y de las conversaciones sobre salud general.
Pero la realidad es que la salud bucal es mucho más que una sonrisa: en muchos aspectos, está vinculada con el cuerpo también. Por ejemplo, existe una relación directa entre la salud bucal y numerosas afecciones de salud, como la diabetes, las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares.
El costo de atender estas enfermedades crónicas contribuye al aumento del gasto público en salud a nivel nacional, muy por encima y además de los $520 millones anuales que Medicare gasta en visitas a la sala de emergencia por problemas dentales o los $6 mil millones que se pierden en productividad económica por ausencias laborales a causa de problemas dentales. Dado el aumento en los costos y la evidencia de la conexión entre la boca y el resto del organismo, hay una necesidad cada vez más grande de vencer esa división y avanzar en la integración entre la atención médica tradicional y el cuidado de la salud bucal.
¿Cómo? Mediante la integración médico-dental.
¿En qué consiste la integración médico-dental?
La integración médico-dental es un enfoque de cuidado que integra y coordina la odontología con la atención primaria y el cuidado de salud conductual, para cuidar la salud de las personas y de la población. También conocido como práctica interprofesional, o IPP en inglés, ha demostrado resultados positivos para los pacientes y una reducción en el costo total del cuidado. Es un modelo de cuidado que prioriza al paciente y les permite a los proveedores crear un plan de cuidado integral para todo lo que tenga que ver con la salud del paciente.
Además, es un enfoque que cuenta con un amplio apoyo. Según un informe reciente de DentaQuest, los pacientes (79%), dentistas (96%), médicos (90%), empleadores (92%) y administradores de Medicaid dental (85%) sostienen que existe una relación entre la salud bucal y la salud general. Asimismo, concuerdan que una mayor colaboración entre los proveedores de atención médica y dental mejoraría el cuidado de los pacientes.
En esta nueva década, el concepto continuó cobrando impulso. De acuerdo con una encuesta a 254 proveedores llevada a cabo por DentaQuest en 2020, el 85% "estaba muy de acuerdo" o "bastante de acuerdo" con la siguiente afirmación: "La integración médico-dental (la integración del cuidado dental preventivo en entornos de atención primaria y exámenes médicos en entornos de atención de la salud bucal) es una manera efectiva de mejorar la salud general". El modelo también está atrayendo atención a nivel nacional, ya que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) anunció una sociedad de integración médico-dental en octubre de 2020.
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